En los años sesenta tuve la ocasión de vivir en el Barrio de Salamanca de Madrid en donde alguna vez acompañé a mi madre a misa a la Iglesia de San Andrés de los Flamencos, en cuyo altar mayor lucía el espléndido cuadro de Rubens “El Martirio de San Andrés”.
Recientemente leí en la prensa que la Fundación Carlos de Amberes exponía “La orden del Toison de Oro” en sus instalaciones y hasta allí me trasladé en una fría mañana, encontrándome que tenía su sede en la desacralizada Iglesia de San Andrés tras haber sido remodelada para adaptarla a los fines de la fundación, pero manteniendo el Rubens en el antiguo altar mayor.
EL MARTIRIO DE SAN ANRÉS. RUBENS
La exposición presenta de forma cronológica los orígenes y el desarrollo de la Orden, haciendo hincapié en el papel jugado por la Monarquía Hispánica, tanto de la Casa de Austria como la de Borbón, e incluyendo retratos de algunos monarcas con los que los españoles no estuvieron particularmente satisfechos, como Fernando VII e Isabel II.
El nombre de la orden evoca, como ejemplo caballeresco, el heroísmo de Jasón y los Argonautas al ir en busca del vellocino de oro. La muestra evidencia con amplia simbología la estrecha relación entre el arte y la representación del poder y autoridad de los soberanos de la edad moderna y contemporánea.
El componente principal de la exposición, además de los bronces de los Leoni y una selección de piezas de artes decorativas, armaduras renacentistas y libros miniados, son las obras de Rubens, Velázquez, Carreño de Miranda, Antón Rafael Mengs, Goya y Sofonisba Anguissola.
La muestra nos enseña que la orden del Toisón de Oro fue fundada por Carlos de Borgoña en 1140 y que debido al cambio de dinastía en España, con la llegada de la casa de Austria con Felipe el Hermoso, sus soberanos pasaron a ser los reyes de España. Es decir, que la orden de más prestigio y exclusividad española es de origen borgoñón. Es sabido que Borgoña es parte de Francia y que solo en un corto periodo de tiempo fue territorio de la Monarquía Hispana; de hecho, al fallecer Carlos II de España y ser nombrado rey a Felipe de Anjou, éste se apresuró a reclamar a su abuelo la titularidad de soberano de la orden. Por su parte, el archiduque Carlos reclamó tambien la orden cuando se convirtió en emperador, por lo que en la actualidad, coexisten la rama austríaca y la española, aunque la razón y el derecho asisten a la española.
La exposición merece visitarse, aunque la mayor parte de lo que presenta es bien conocido por los amantes del arte, pero se agradece verlo reunido en una exposición temática. En síntesis, es un breve recorrido artístico por la historia española, la de sus monarcas y soberanos de la Orden de los siglos XVI al XX, y de alguno de los personajes honrados con esta alta condecoración.
En conclusión: un aliciente más para pasear por el barrio de Salamanca, recordar viejos tiempos, hacer alguna compra en la remodelada calle de Serrano y disfrutar recordando un aspecto de nuestra historia, ahora que está de actualidad con la imposición de la orden al Presidente de Francia Nicolás Sarkozy.