sábado, 2 de diciembre de 2023

ZONAS PROHIBIDAS EN GAZA

Las últimas noticias que llegan del conflicto Israel-Hamas traen ecos de hace casi cien años: la época en que el Reino Unido dominaba la India, y tenía frecuentes conflictos en las zonas tribales de las fronteras. Una buena descripción de estos acontecimientos la proporciona John Masters en su libro autobiográfico “Bugles and a Tiger, My life in the Gurkhas”, al explicar el procedimiento que se empleaba para sofocar estos conflictos. Masters servía en el 2nd Battalion, 4th Prince of Wale’s Own Gurkha Rifles, y participó en la represión de alguna de esas rebeliones, en particular la que estalló en Waziristan el 25 de noviembre de 1936.  

El procedimiento de resolución se iniciaba con los intentos de darle una solución política, y si fracasaba, se pasaba a la acción militar, delimitando una “zona prohibida”. Fuera de ella las tropas no podían tomar ninguna acción, solamente si les disparaban. En el interior de ella no podían abrir fuego contra ninguna banda de menos de diez hombres, a no ser que estuvieran armados y fuera de un camino. Estas condiciones eran difíciles de cumplir en una zona en la que las armas se esconden fácilmente dentro de la ropas, como bien saben quienes han participado en las recientes operaciones en Afganistán.

Se daban dos tipos de avisos a los residentes en la zona prohibida; primero, con octavillas de color blanco, anunciando que en una semana se daría el siguiente paso más en las operaciones. En estas octavillas se incluía la ubicación de las zonas seguras a las que tenían que trasladarse los residentes, aunque eran lo suficientemente pequeñas para estar incómodo en ellas.

El empleo de la aviación comenzaba 24 horas antes de la activación de la zona prohibida, cuando los aviones lanzaban, como segundo aviso, miles de octavillas en papel rojo. Desde la hora “H”, o de comienzo de la operación, los aviones patrullaban continuamente la zona y atacaban con ametralladoras y bombas de 20 libras a cualquier persona o animal que se viera fuera del enclave seguro. El empleo de medios aéreos presentó en la época algunos problemas, pues el uso de bombardeo aéreo en la frontera provocó muchas discusiones en la Liga de Naciones y en la prensa mundial.

Para quien tenga interés en biografías de combatientes, recordarle que John Masters completa sus recuerdos con el segundo volumen de su autobiografía: "The Road Past Mandalay". Al leerlo, no es extraño que Max Hastings, para su libro “Warriors, portraits from the Battlefield”, le haya escogido entre sus modelos de soldado, para reflexionar acerca de la naturaleza del liderazgo, el valor, el heroísmo irracional y la ética guerrera.

Parece que en casi cien años los procedimientos se han refinado, aunque los daños son infinitamente mayores cuando se emplean bombas de 250 o 500 libras, y sus efectos en la población civil son ya conocidos: los muestra a diario la televisión en los informativos.

GAZA, SABADO 2 DE DICIEMBRE DE 2023

Después de las protestas mundiales por los daños colaterales a la población civil, Israel ha empezado a emplear, según las informaciones de que disponemos de fuentes abiertas, un nuevo sistema de “zonas prohibidas”, dividiendo la zona de Gaza en 600 sectores o cuadrículas para utilizarlos en los avisos de evacuación y facilitar la salida de los civiles, antes de atacar una o varias cuadrículas. 

Los civiles de la franja de Gaza, que viven en una zona de alta densidad de población hacinados en el sur de la franja, a donde se les había indicado que se trasladaran, pueden acceder a la información por medio de códigos QR impresos en octavillas o publicados en las redes sociales (suponiendo que puedan conectarse a ellas). Como ejemplo, se incluye la fotografía de una de ellas, distribuida en X (Twitter) por los medios de comunicación pública (en árabe) del ejército de Israel.

No parece que este procedimiento, ya empleado por las fuerzas armadas británicas en 1936, vaya a evitar daños colaterales a la población civil, y tampoco parece que esta técnica vaya a traer el éxito a las operaciones de represalia de Israel en respuesta al ataque terrorista de Hamas. Ambas partes siguen sembrando para enquistar el conflicto.

The post in full, which reads: The IDF has resumed forceful action against Hamas and other terrorist organisations in the Gaza Strip. We kindly inform you of the following: In the northern Gaza Strip: • Residents of Jabalia, al-Shuja’iya, al-Zaytoun, and the Old City of Gaza. • Jabalia residents residing in the following blocks: 1772, 1808, 1811, 961, 963, 760. For your safety, we call on you to evacuate your homes immediately through the Haifa and Khalil al-Wazir axes and go to the known shelter centres and schools in the al-Daraj and Tuffah neighbourhoods and west of Gaza City. Photograph: @AvichayAdraee/X

 


jueves, 23 de noviembre de 2023

CUANDO LOS CAMARONES DUERMEN TRANQUILOS

 

Sentado en el despacho ferrolano de un viejo amigo letrado, que se decía inmortal, con quien lucí cárdigan y botón de ancla, convenimos que los recuerdos de la infancia hacen inmortales nuestras vidas. El volver a recorrer, ya con paso cansino, los lugares en donde sucedieron, te lleva a un interesante ejercicio de introspección, en el que aparece una secuencia de tu vida en la que muchos de los actores con quienes compartimos aquel escenario están ya de espectadores en la platea de la otra vida, esperando ver desde allí nuestro debut. Esto propicia la aparición de la melancolía: malinconia, ninfa gentile… (suene la música de Bellini).

En las familias alguien debe ocuparse de algunos asuntos comunes, aunque a veces no sean platos de gusto. A Ferrol me llevó la necesidad de poner en orden un nicho familiar de Catabois, en el que reposan los restos de treinta y cuatro familiares de cinco generaciones; los más antiguos, de 1850, trasladados desde el antiguo cementerio de Canido en 1950. 

PUERTO Y RIA DE FERROL DESDE LA CORTINA

Los antiguos viajes a Ferrol desde Madrid eran como ir a Vladivostok en el transiberiano. Mi padre planeaba con mucho detalle los desplazamientos familiares: cestas de mimbre con viáticos y un buen botijo, para que los niños no diéramos la lata. En épocas posteriores, ya haciéndolo solo, el viaje también era como el Orient Express, pero sin lujo. En los andenes, algunas nubes de vapor de la locomotora difuminaban la luz de los faroles. Animaba el viaje el sonido de los martillos golpeando los bujes de las ruedas, las voces que anunciaban las mantecadas al pasar por Astorga, o la voz del jefe de estación anunciando con su silbato, gorra de plato rojo y bandera: “viajeros al tren”.

Nada de eso sucede hoy en día, en que el tren corre por la línea de alta velocidad hasta La Coruña. La salida era las ocho de la mañana; se llega a Santiago a las 11.30, a tiempo para dar un abrazo al Apóstol, tomarte un buen pulpo, un cafelito en el hostal de los Reyes Católicos y vuelta a dormir a tu casa en Madrid: un planazo. A las 13.15 entrábamos en la estación de Ferrol: nada mal.

El regreso a la corte ya fue de harina de otro costal. El tren tenía prevista su salida de Ferrol a las 15.10. Tuve que andar a paso muy vivo para llegar a tiempo al tren, pues Tele-Taxi Ferrol no tenía coches disponibles; los taxistas debían estar de mariscada. En la estación me informaron que había unos problemas técnicos, y en consecuencia, tendría que ir a la Coruña en autobús. Allí tuvimos que esperar media hora a la salida del tren, informándonos que subsistían los problemas técnicos en varias líneas férreas de Galicia. Total, que llegamos a Madrid con tres cuartos de hora de retraso, aunque vivimos la emoción de viajar a 247 km/h, pero eso es mérito de la generación de quienes viajában con botijo.

Mientras hoy escribo, se ha desvelado la naturaleza de los supuestos problemas técnicos. Se trataba de huelgas parciales de los funcionarios de Renfe, que todavía continúan y que van a más, saludando con los honores de ordenanza la llegada a la cartera de transportes del gobierno, del “fenómeno” de Valladolid, quien ayer lucía emocionado en las imágenes de su primer consejo. Sin embargo, la indiscutible estrella fue su colaboradora necesaria en la cartera de trabajo: una lacrimógena señora de la bisbarra ferrolana, vestida de Hopalong Cassidy o de George Armstrong Custer durante la campaña que le llevó a Little Big Horn… que mis dudas tengo, pero ella también muy emocionada. La posmodernidad nos ha traído el triunfo de los sentimientos y el distanciamiento de la realidad. Peor para quienes quieran vivir con los primeros, pues cuando se encuentren con esta última se llevarán un buen golpe: el triunfo del tiempo y el desengaño (suene la música de Händel).

Encontré mejor a Ferrol que cuando lo visité hace cuatro años; hoy, el famoso Racing milita en la 2ª División de la liga de futbol y eso anima al patio a consumir. Si el número de tiendas es un indicador de la vida comercial, podríamos decir que la ciudad está reviviendo, aunque de forma lenta. Al comercio se le ve más activo con nuevas tiendas; la calle Real con sus bajos ya casi todos ocupados con nuevos negocios, aunque en las calles paralelas todavía se aprecian los efectos de la crisis. Afortunadamente la piqueta no se llevó las obras de Rodolfo Hucha, ni la moderna Armada derribó venerables edificios que protegía la muralla del Arsenal. Ahora, derribada ésta parcialmente, se pueden ver desde el exterior algunos muy significativos, como la neoclásica Sala de Armas, de 1759. El Ferrol de la Ilustración sigue vivo.

SALA DE ARMAS DEL ARSENAL

Las palmeras de la plaza de Amboage siguen cimbreándose al viento, viendo jugar a los cativos donde un día nos vieron a nosotros.  Las obras en las calles invaden el barrio de La Magdalena, que confiemos sea para bien; mientras tanto, hay que tener cuidado al descender por la calle San Francisco, haciendo equilibrios en los tablones del suelo para no te trague la tierra en un foso. En conjunto parece un trabajo hecho a conciencia con el soterrado de modernas líneas de servicios y nuevo firme, retirando el incómodo adoquinado.

Se aprecian algunas casas restauradas o en proceso de estarlo, estas últimas con un cartel del programa Rexurbe, que financia la Junta de Galicia para la recuperacción de edificios y de esta forma reactivar los barrios. En este ámbito, esperaba que ya hubieran comenzado las obras de mi antigua casa familiar, tal como había anunciado un periódico, pero de momento no es así. Lo que no me convenció fue el acabado de la Plaza de Armas; poner el firme de tierra me parece algo muy poco original; el agua ya escarba abundantes surcos en la arena, como Cronos en mi faz. Seguro que habría alguna solución más adecuada para renovar el paisaje urbano del siglo XXI.


LA PLAZA DE ARMAS

Un paseo por el centro me llevó al bar “Meirás” en donde con un familiar y viejo compañero de profesión, tomamos unas tapas regadas con un buen Godello. Charlamos de nuestros recuerdos de familia, de nuestra profesión común, la salud, y la evolución del Ferrol de estos años.  La visión de los residentes no es tan optimista como la mía, así que me recomendó que no me fiara del tramo ferroviario hasta La Coruña, pues no es todavía de alta velocidad y tiene muchos problemas: un buen profeta… Un taxista, natural de Lugo, también me dijo que Ferrol era la única ciudad que conocía de la que sus naturales hablaran mal. Yo, nunca.

Una excursión que siempre me gusta hacer es a Doniños, así que allí me encaminé con un viejo compañero de armas que sienta sus reales en Mera. El sol pugnaba por asomar entre las nubes en una mañana fresca pero agradable que nos animó a dar un pequeño paseo por la playa. Encuentro que uno de los parajes más bonitos de Galicia es el tramo de costa limitado por cabo Prioriño, Monteventoso, la laguna, Outeiro, y los islotes Gabeiras. Todo ese paraje puede admirarse desde el antiguo semáforo de Monteventoso: muy recomendable. Una apreciable marejada me recordaba los tiempos de infancia y juventud en los que disfrutábamos de la playa revolcándonos en sus olas, para salir rápidamente a envolvernos en las toallas y no pelachar de frío: inolvidable. Cerramos la excursión dominical disfrutando en Outeiro de la excelente vista del restaurante “Valverde” sentados a una de sus mesas. Un almuerzo regado con un buen Ribeiro, nos hizo volver a Ferrol, notados, cumplidos y socorridos, pero sin poder saludar a mis queridos Maruja y Amadeo, quienes ya nos esperan en la platea.

PLAYA DE DONIÑOS

En resumen: en los tres días transcurridos en Ferrol me he encontrado con una ciudad en proceso de recuperación, con más vida en las calles, nuevos negocios y con otros que han cerrado durante la crisis. Como consecuencia de ella, una cosa ha quedado clara, y es que los camarones pueden dormir tranquilos una temporada, pues entre los restaurantes que han cerrado está “La Jovita”, falsando el viejo proverbio ferrolano de que “Camarón que se duerme, por la noche en La Jovita”.

(28) Rolando Villazón – Bellini: 'Malinconia, ninfa gentile' - YouTube

(28) Lascia la spina - Il Trionfo del Tempo e del Disinganno - Haendel - Cecilia Bartoli - YouTube