jueves, 21 de febrero de 2013

BEAU GESTE Y BIN LADEN

  

     Dice Mark Owen en su libro "No easy day" que durante su infancia y adolescencia en Alaska leía libros sobre los "SEAL" (Comandos de la Marina de los EEUU) y que siempre quiso ser uno de ellos para participar en sus operaciones, lo que finalmente consiguió y con éxito. El libro nos ilustra sobre algunos aspectos del adiestramiento y ejecución de operaciones especiales y, principalmente, sobre la operación del SEAL DEVGRU que eliminó a Bin Laden; -¡Claro!, canta el coro de jubilados militares, añadiendo que es más fácil escribir un libro sobre este tema si has nacido en los EEUU, pues si tienes las aptitudes necesarias seguramente podrías participar en operaciones en donde los intereses nacionales estén amenazados, tu vida en riesgo y podrás demostrar de que pasta estás hecho.

     Muchos jóvenes de mi generación tuvimos en la lectura de la trilogía de P.C. Wren que inicia "Beau Geste" la primera visión de una vida de aventuras y emociones fuertes. La posibilidad de alistarse en la Legión Extranjera francesa e ir destinado a un apartado fuerte del desierto del Sahara excitaba nuestra imaginación, como las operaciones de los "SEAL" la de Mark Owen, pero la diferencia es que nosotros crecíamos en un país aislado de las grandes naciones democráticas y con intereses nacionales muy limitados, por lo que la probabilidad de participar en operaciones era muy baja.
      Es cierto que una paz prolongada no tiene precio para la población que la disfruta, pero es  que la paz perpétua kantiana no es siempre posible, pues las naciones se mueven por sus propios intereses y no es el menor de ellos jugar un papel relevante en los asuntos mundiales, con los riesgos que comporta, sobre todo para quienes deciden seguir la carrera de las armas y estén dispuestos a sacrificarse para que su país logre sus objetivos nacionales, de los que el principal es vivir en paz sin amenazas.
   Dentro de la organización militar de las naciones modernas existen comunidades a las que les une el espíritu de cuerpo, de arma, de especialidad...etc. La de Operaciones Especiales  es una de ellas y tiene unas características únicas: su pequeño tamaño, el rigor de su adiestramiento, su peculiaridad de operar en pequeños equipos, la reserva sobre sus acciones y la asunción de riesgos superiores a la media hacen que los lazos que unen a sus componentes sean más fuertes que en otras comunidades.

        Bajo el pseudónimo de Mark Owen (cuyo verdadero nombre acaba de ser revelado) el autor de "No easy day" describe  muy bien el espíritu y camaradería que anima a esta comunidad, en particular cuando desarrolla su actividad en los conflictos en los que ponen su vida en juego. Narra con cierto detalle el asalto al complejo en el que vivía Bin Laden y sus últimos momentos, subrayando que sus correligionarios de Al Qaida que le acompañaban ese día murieron con las armas en la mano, igual que hacen los que  siguiendo la ideología que predicaba mueren matando, lo que no ha sido su caso, pues las armas que había en su habitación estaban sin cargar y fuera de su alcance; es extraño, pues el ruido de los helicópteros, las explosiones y disparos lo alertaron desde hacía más de un cuarto de hora.

     Las salas de cine del mundo exiben estos días la película "La noche más oscura". En ella se presenta novelado algunos aspectos del persistente  esfuerzo de inteligencia que llevó a descubrir el refugio de Bin Laden,  y se incluye la ejecución de la operación que condujo a su muerte por el "SEAL DEVGRU", tal como la describe Mark Owen en su libro. Solo por esa parte, vale la pena ir a ver la película.


    No se llega a ese grado de eficacia en una operación especial conjunta sin la organización y medios adecuados, y eso no se improvisa. Los EEUU la establecieron como consecuencia de la desastrosa ejecución de la operación conjunta de rescate de rehenes en Irán en 1979, al constituir un Mando Conjunto de Operaciones Especiales, al que se incorporaron los "SEAL" de la Marina. La lucha global contra el terrorismo ha proporcionado a este Mando la posibilidad de emplearse en continuas operaciones de combate, lo que ha permitido depurar sus tácticas, técnicas y procedimientos, que son un pilar fundamental de la eficacia.

    En España la situación no es tan prometedora. No hay Mando Conjunto de Operaciones Especiales y no parece que se le espere a corto plazo, a pesar de haberse dado los primeros pasos para su constitución; los recelos inter-ejércitos impiden avanzar en este campo, pero es que aunque se constituyera, nuestra taimada política exterior y escaso presupuesto de defensa haría más atractiva a los políticos -y algunos militares- la opción de enviar a un conflicto a la Unidad Militar de Emergencias antes que a las Unidades de Operaciones Especiales. Por eso en España tanto las acciones en el desierto del Sahara como la operación contra Bin Laden, su organización o similares, las tendremos que ver en el cine o leerlas en un libro escrito por un extranjero. Confiemos que algún día no sea así.

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