Cómo se puede apreciar en la entrada
GAZA 2014, las imágenes nunca son neutrales a la hora de documentar los efectos de los bombardeos, por lo que una cuidadosa selección debe apoyar la línea
argumental del texto. En este caso las fotografías pertenecen a fotógrafos profesionales y
cada una de ellas merece un análisis. La estética que muestran es la tradicional
de las fotos de guerra: bien escogido el momento, fuego, humo negro,
destrucción (he ahorrado la visión de los efectos en las personas)...en fin, la
tragedia para quien la vive, documentada por un medio testigo que acepta algunos riesgos, porque los
verdaderos testigos tienen poco que decir pues están sufriendo las
consecuencias de la bíblica "lluvia de fuego" o están muertos.
En general, la ética que se predica en
los medios occidentales, en relación con el problema palestino, es la del
nihilismo y la resignación: "¡qué pena! ¡ya se arreglará!... es un problema
pequeño comparado con los que tenemos en el mundo"... La recepción por
las masas occidentales guarda relación con su sensibilización ante el
sufrimiento, que para que se produzca en el siglo XXI debería irrumpir en los
hogares llevando la nausea y el espanto; sin embargo, lo que llega a las audiencias es como
un flash que incita a la reflexión solo a las mentes despiertas.
En esta ocasión en la campaña de Gaza la persistencia de las imágenes ha sido mayor
que otras veces, lo que ha llevado a movilizaciones en favor de la posición
palestina, en una reacción que puede anticipar el fin de la tolerancia de los medios con la política de Israel, aunque todavía le salgan defensores.
La tradicional mala conciencia de
Alemania con los judíos, se ha puesto una vez mas de manifiesto con las
declaraciones de Ángela Merkel, explicando en Berlín que detrás de las
críticas a Israel por su campaña de Gaza hay elementos de antisemitismo. Bueno; sería comprensible una declaración de apoyo al derecho de Israel a
defenderse con medios limitados, pero lo que ya es menos comprensible es mencionar el
antisemitismo (que increíblemente subsiste en algunos medios) cuando en
realidad la mayoría de las críticas van contra la brutalidad de Israel. Lo que en
cambio no nos explica la Canciller, es el porqué Alemania está
vendiendo a Israel submarinos convencionales de última generación que podrían equiparse con misiles con capacidad nuclear.
En la entrada GAZA 2014, se decía que la campaña
aérea de Israel recordaba las campañas de castigo que emprendían las potencias
coloniales contra los colonizados rebeldes, en particular las de Gran Bretaña. Nos
cuenta Arthur Harris en su libro de
memorias "Ofensiva de
Bombardeo" que en los años 1920, en la lucha que el Reino Unido libraba
en Iraq contra los insurrectos, se usó un método de "control aéreo"
para someter a las tribus con el empleo
de la potencia aérea; el depurado método consistía en dar la "alarma" a los habitantes
de una aldea para que la abandonaran antes de destruirla con bombardeo aéreo.
Como puede verse, los israelís han tenido quien les enseñara a tratar con los
árabes. Los negativos efectos de la pasada influencia del Reino Unido en el
Oriente Próximo todavía subsisten.
En la entrada anterior también se aventuraba
que el Gobierno de Israel no ampliaría la campaña terrestre pues las bajas
propias suponían un peso político difícilmente aceptable por la sociedad
israelí, a pesar de su apoyo a la "Guerra de Netanyahu". Un somero análisis
en la prensa de Israel de la lista de muertos evidencia que la mayor parte (43)
fueron en enfrentamientos directos con los combatientes palestinos, seguido de
los muertos (15) a bordo de vehículos por impacto de misiles o cohetes, y cerrando
la lista los muertos (7) por "booby
trap" o IED. Una vez más se
ve que el combatiente a pié se lleva la parte del león, como en todo combate
urbano. La cifra de los muertos en vehículos también parece demasiado elevada;
además otro dato que se desprende de la lista es la elevada proporción de
cuadros de mando entre los muertos, lo que puede indicar que los combates
fueron llevados a cabo por unidades especiales, que suelen tener altas tasas de
encuadramiento. La cifra de heridos en los combates no se encuentra en los
medios, pero hay que suponer que será, al menos, el doble de la de muertos: un
alto precio.
Pronto comenzaran las conversaciones
con Hamas y el final del conflicto
está todavía por ver, aunque su última edición haya posiblemente conducido a la
unidad de los palestinos y al debate interno sobre los límites aceptables para
lograr la paz. Mientras tanto surgen nuevos desafíos como el Estado Islámico (EI)
al que para combatirlo buscan apoyo los norteamericanos, quienes se enredarán
otra vez más en un conflicto de difícil solución, aunque las actuales bandas
del EI, al haber adoptado las operaciones convencionales para lograr la
expansión del Califato, se están exponiendo a recibir la lluvia de fuego aéreo
de la Coalición que se está formando, a la vez que se enfrentan con las fuerzas
terrestres de Irak y los aliados. Habrá que esperar su reacción.