Reseña del libro: RABANAL DELGADO, JUAN CARLOS. Las Brigadas Mixtas de Infantería de Marina en la Guerra Civil. Cronología del Cuerpo de 1931 a 1939. GRIEGC. Alvesa. 2023
La primera edición del libro Historia de la Infantería de Marina Española, del año 1967, constituía en la segunda mitad del siglo XX, una referencia obligada para quienes se interesaban por la historia del Cuerpo. Esta obra de Enrique Rivas Fabal, antiguo Comandante General, se extiende a los antecedentes, organización, unidades, acciones, y un sinfín de aspectos que la convierten en una obra algo difícil de manejar, pero sin duda es un buen “pañol de referencias” de gran mérito por el esfuerzo investigador. Al tratar el periodo de la Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939, cita a las unidades que sirvieron en las fuerzas armadas del General Franco; sin embargo, ignora la organización, actuación y final del Regimiento Naval Nº1, perteneciente a las fuerzas republicanas, y que era sucesor del Grupo de Fuerzas de la Base Naval de Cartagena, y en consecuencia, del 3º Regimiento de Infantería de Marina.
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Este
olvidado aspecto de la historia del Cuerpo ha suscitado cierto interés entre los
estudiosos deseosos de conocer detalles sobre la historia del Regimiento Naval
Nº1. Hay un acuerdo general en afirmar que fueron tan infantes de marina como
los que combatieron en el otro bando, aunque su sistema de valores pudiera ser
diferente, al menos oficialmente. Además de nuevas publicaciones sobre la
historia del Cuerpo, actualmente se pueden ver en páginas de internet o en
revistas especializadas varios trabajos sobre el Regimiento Naval, pero faltaba
un estudio pormenorizado sobre su establecimiento y organización, sobre el
personal que sirvió en esta unidad, y la crónica de sus operaciones con su
trágico final.
El
autor del libro que reseñamos da cumplida cuenta a esta necesidad, al haber
realizado un minucioso trabajo de búsqueda e investigación en los archivos
españoles. El capitulado de su obra es apropiado para lo que se propone
estudiar, pues te lleva desde el siglo XIX hasta la reorganización del año
1930. El período que sigue, al que califica de cuatrienio oscuro 1931-1934,
incluye la proclamación de la República, la aplicación y adaptación del Cuerpo
al decreto de extinción ―que nosotros calificamos de exterminio―, para seguir
con los años de transición hasta 1934. La obra cubre con bastante detalle los
aspectos orgánicos de la evolución del Cuerpo en este periodo, en el que
Santiago Casares Quiroga, Ministro de Marina, quiso imitar a Manuel Azaña Díaz,
Ministro del Ejército, con una reforma radical de la Marina que podríamos
calificar del “parto de los montes” a la vista de lo que dio a luz.
No se olvida el autor de citar la confusión y desconcierto en que cayó el Cuerpo hasta el año 1936, en los que hubo algunos intentos de restablecerlo. Las medidas adoptadas en el periodo de 1936 a 1939 se cubren adecuadamente con abundantes referencias, que muestran que el gobierno republicano quiso aprovechar su potencial para las operaciones en tierra durante la guerra civil. La obra se concentra principalmente en el Regimiento Naval Nº1, sin olvidar a otras fuerzas de Marina del bando republicano que también combatieron en tierra.
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La
minuciosa tarea de “espigar en los archivos” ha facilitado al autor el poder
presentar la relación de los oficiales y suboficiales que sirvieron en el Regimiento
Naval, cuáles fueron las fuentes de reclutamiento de su tropa y los cuarteles
en los que se adiestraron. La relación de oficiales, y los habilitados como
tales, es numerosa, con expresión de las Brigadas en las que sirvieron y las
fechas de su fallecimiento en campaña.
El autor recuerda que desde verano de 1937 los Batallones de Infantería de Marina se organizaron en Brigadas, que convenientemente reforzadas con artillería, zapadores, trasmisiones, intendencia y sanidad, se constituyeron en Brigadas Mixtas, como había sucedido previamente con el resto de fuerzas del Ejército Popular de la República. En concreto el Regimiento Naval Nº1 generó las siguientes brigadas: 151ª, la 95ª y la 94ª. Esta última es la más conocida, pues su jefe Ginés Sánchez Balibrea, además de dejar por escrito sus memorias (ver nota al pie), logró con ella algunos éxitos que le llevaron a recibir el distintivo del Valor de la República. Su Brigada también fue objeto de un amplio reportaje de Robert Cappa durante las operaciones en el rio Segre, algunas de cuyas fotografías ilustran este trabajo, que cuenta además con abundantes fotografías, algunas de ellas, inéditas.
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El
comienzo de los combates para el Regimiento Naval Nº1, fue durante las
operaciones en Málaga, de enero y febrero de 1937, en las que participó su 1º Batallón,
con tres compañías de fusiles y una sección de ametralladoras. Este batallón
sufrió un 34% de bajas en estas operaciones, como consecuencia lógica del
enfrentamiento de fuerzas profesionales africanas bien preparadas, contra
unidades con adiestramiento y equipamiento deficiente, del que hay que culpar
al mando republicano que decidió combatir en Málaga.
El
libro recoge las operaciones, tras la caída de Bilbao, del llamado “Batallón Cántabro
de Infantería de Marina” o la “Brigada Móvil de Infantería de Marina” en el
frente de Cantabria y Asturias, pero estimamos que entran en el ámbito del
mito, debido a la imprecisión y carencia de fuentes documentales fidedignas,
que deberían explorarse más. Como bien dice el autor de la obra que reseñamos,
es muy probable que estas fuerzas encuadraran a marinería de los escasos buques
republicanos que quedaron en el norte, o de la marina de guerra auxiliar del País
Vasco. En cualquier caso, a pesar de las dispersas evidencias, no creemos que podamos
considerar a estas unidades como tropas del Cuerpo de Infantería de Marina, por
la ausencia absoluta de lazos orgánicos con su estructura.
Es
interesante citar que el autor afirma que no se han localizado evidencias que
indicaran la existencia de enfrentamientos directos entre infantes de marina de
ambos bandos, aunque no puede descartarse esa posibilidad. Sí que podemos
afirmar que en las operaciones de toma de Málaga, las guarniciones de Infantería
de Marina de los cruceros “Canarias” y “Almirante Cervera” aportaban personal a
las principales piezas de artillería de estos cruceros, que bombardearon el
sector republicano durante los combates.
Un trabajo como el que reseñamos era absolutamente necesario para que no quedaran en el olvido, quienes con el emblema del Cuerpo en su uniforme combatieron en el bando republicano. Se lo debíamos. El mérito es para el autor por su minucioso esfuerzo investigador y divulgador.
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Finalizamos
citando lo que el autor de esta reseña escribió, en octubre de 2013, en el blog
“Panorama” en relación con los oficiales del Regimiento Naval Nº1: Se podrá
estar o no de acuerdo con la línea política que defendieron él y sus oficiales,
pero lo que no se les puede negar es la capacidad y profesionalidad que
demostraron para la organización y adiestramiento de las fuerzas, que en junio
de 1937 sumaban ya siete batallones.